lunes, 31 de julio de 2017

Endo sensei.

"En aquellos tiempos cuando enseñaba solía decir cosas como: "Obsérvense atentamente y sientan lo que están haciendo" o "sientan a su compañero y observen la relación entre él y usted". Por "usted" yo quería decir estado mental y balance físico, así como la relación entre ambos.
Hay una expresión: "Mente, técnica y cuerpo son solo uno" (Shin Gi Tai Ichi). Cuando la mente esta en desorden, al cuerpo le es imposible moverse efectiva y eficientemente. Del mismo modo un cuerpo fuera de balance puede agitar la mente hasta el punto en que le es imposible comprender la relación entre uno y el compañero, relación que en definitiva indica que técnica corresponde:Una vez hecho el contacto inicial (de-ai) moviendo el cuerpo apropiadamente (taisabaki) y desequilibrando al compañero (kusushi) es impresindible percibir que técnica surge naturalmente de la relación entre uno y el compañero.
O’Sensei hablaba de "hacerse uno con el cosmos" o "ser uno con la naturaleza". Una forma de interpretar esto es tratar de no forzar la técnica de acuerdo con nuestra propia y única voluntad, no insistir en completar la técnica que uno a elegido; deberíamos en cambio, percibir la técnica que surge naturalmente. Nosotros practicamos Aikido yendo a través de las técnicas aun por una, repitiendo lo que nuestro profesor nos muestra. Eso significa que debemos hacer esa técnica en particular sin importar lo que suceda (incluso si implica un grado de esfuerzo excesivo), en otras palabras incluso si involucro movimientos que no surgen naturalmente. Es importante ser capaz de observarse a uno mismo para reconocer ese esfuerzo innatural como tal. Se necesita ser lo suficientemente receptivo y objetivo para decirnos a nosotros mismos cosas como: "La técnica estuvo bien, pero el encuentro (de-ai) con mi compañero no esta funcionando". Es importante chequearse constantemente y vigilar la conciencia de si los movimientos son o no naturales.
Fue después de que comenzara a entrenar sin fuerza, que pude cambiar inmediatamente la técnica que estuviera haciendo a otra. Esto es lógico porque a menor esfuerzo empleado, más fácil es cambiar a otra cosa. Practicando de este modo recordé las palabras de O’Sensei: "Cuando es así, tu haces esto. Cuando es de esta forma, haces esto otro". Él nunca hacía lo mismo dos veces. Yo pensé: Creo que se a que se refiere. Con esta clase de perspectiva, nunca se utiliza demasiada fuerza, porque cada uno cambia a otra cosa según se necesite. Imagine un río con rocas en el. Cuando el agua se encuentra con rocas pequeñas, fluye sobre ellas, cuando se encuentra con rocas mas grandes, fluye alrededor de ellas. Incluso si se contiene su cauce, el agua no se detiene, y en realidad su energía potencial sigue aun allí arremolinándose y acumulándose detrás de la presa, tratando de quebrarla o rebasarla. Aikido es igual. No es un "camino de vida" si uno limita el encuentro a una técnica particular. Es importante ser capaz de cambiar y hacer otra cosa si bien las condiciones cambian, y suspender lo que uno esta haciendo para obtener el efecto deseado. No se trata solo de fluir hacia algo diferente cuando uno se encuentra bloqueado, es también necesario investigar como "ahorrar energía". Además, todos tenemos posibilidades sin desarrollar, por lo tanto deberíamos pensar como sacarlas a relucir aplicando aquella energía latente.
En el "Tora no Maki" una obra que según se dice contiene los secretos mas profundos de las artes marciales y la estrategia, se comenta: "Lo que llega es recibido, lo que se va es enviado en esa dirección; lo que está en oposiciones armonizado, cinco y cinco es diez, uno y nueve es diez. De esta manera las cosas deberían armonizarse. Distinguir apariencias de realidad, comprendiendo el propósito verdadero y la estrategia oculta; conocer la potencialidad inadvertida y las implicaciones escondidas. Comprender tanto el plan general como así también prestar atención a los detalles y particularidades, tanto como sea necesario. Cuando uno se enfrenta con una situación de vida o muerte responder a los cambios que tienen lugar y enfrentar la situación con la mente libre de agitación". Este corto mensaje me proveyó de un vasto alimento para mis pensamientos

AJ: Esas palabras pueden ser aplicadas tanto al Aikido como a la vida en general.

ES: Exacto. Nosotros aprendemos tales cosas a través de la práctica,pero en realidad la mayoría de nosotros pasa mas tiempo fuera del dojo que en él, por lo tanto sería extraño no darse cuenta de que lo que aprendemos en el dojo es extensivo a otros aspectos de la vida. No es del todo apropiado hablar de ganar o perder cuando se habla de Aikido, pero la mejor victoria es, creo, cuando se logra armonía con el oponente y ambos sientan una armonía. Desde mi punto de vista, la mejor técnica es aquella en que no se experimentan sentimientos por parte de los practicantes de ser derrotado o ser vencedor, si no el de un "encuentro exitoso". Este encuentro existe incluso si sólo sucede una vez en un millón. Nuestra meta es hacer que ocurra una vez en medio millón, una vez en cien mil. Que esto ocurra dependerá de que tan seriamente una persona aborda su entrenamiento.
Para mi esto es muy importante, sentir la relación con el compañero. Cuando determinada técnica se vuelve perfecta, solo es perfecta en ese momento; cuando el encuentro entre uno y el compañero fue defectuoso, una técnica no puede volverse perfecta. Cuando esto sucede uno no debería evitarlo, sino aceptar la imperfección y considerar como se puede aprovechar lo que se tiene. En otras palabras tratar de lograr la mejor relación.

AJ: ¿Cree Ud. que Ki no Nagare (El fluir del Ki o Técnicas Fluidas) es un elemento importante en el Aikido?

ES: Si Ud. se refiere a técnicas antes de que me agarren o proyectar a mi oponente sin tocarlo, la respuesta es no, eso no es parte de mi Aikido. Cuando yo hablo de deshacerse de la fuerza no estoy solamente hablando de deslizarse suavemente en la técnica justo cuando se produce el agarre. Yo me refiero a algo que no es solo físico, algo que tiene que ver con la mente como un espíritu, además de con el cuerpo. Lo movimientos suaves no pueden ser efectivos si la mente no esta tranquila o uno no la puede usar en forma efectiva. Por ejemplo, yo digo a menudo durante la practica que cuando el compañero agarra fuertemente lo primero que hay que hacer es concentrarse mentalmente en poner todo tu ser dentro del agarre. Cuanto más fuerte el agarre, más profundo uno entra en el. No es correcto tratar de hacer la técnica solamente con los dedos, la muñeca o el brazo. Uno debe tomar el centro del compañero con el propio, una clase de interacción que de forma natural permite sentir la dirección de la fuerza y la energía del compañero. Un practicante europeo me dijo una vez: "Todos los Shihan están siempre diciendo que no use la fuerza, pero luego parece que ellos ponen fuerza en sus técnicas. Ud. es el único que hace la técnica sin usar ningún tipo de fuerza aparente". Me sentí satisfecho al escuchar esto porque confirma que mi forma de encarar el Aikido no es equivocada".
Extraido de una entrevista de Aikido Journal a Endo sensei en el año 1996.

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